Esto es lo que ha conseguido una madre del País Vasco que ejerce una custodia monoparental, tras haber solicitado al Instituto Nacional de Seguridad Social poder sumar a su permiso por maternidad, las ocho semanas que le habrían correspondido al padre.
En un principio, el INSS rechazó sus pretensiones, al entender que no procedía ampliar su permiso de maternidad de 16 semanas, en 8 semanas más de baja por paternidad. Sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, en una pionera sentencia sobre esta materia, ha unificado la baja de maternidad y paternidad en 24 semanas, al entender que, en una familia monoparental, en el que el menor sólo depende de la madre, por el hecho de disfrutar de menos semanas de permiso por el nacimiento y cuidado del menor, su atención, cuidado y desarrollo va a sufrir una merma respecto a aquellos otros encuadrados en un modelo familiar biparental.
El Tribunal fundamenta su fallo en que las normas de protección de la maternidad han de ser interpretadas a la luz del principio general del Interés Superior del menor, conforme a lo establecido en el artículo 8 del Convenio Europeo para la protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales, y al mandato del artículo 39 de la Constitución Española.
Por ello, frente a un interpretación formalista de la norma, se debe estar al interés superior a proteger, que en este caso es el bienestar del menor.
De momento, y si bien la sentencia ha sido recurrida en casación, las comúnmente llamadas “madres solteras” celebran esta buena noticia, que supone un paso adelante en la materia y, sobre todo, una adaptación a la realidad en la que vivimos y a estos modelos de custodia que, aunque han existido siempre, hasta ahora, no habían tenido tal reconocimiento.