Código de Buenas Prácticas para familias vulnerables y en riesgo de vulnerabilidad
1. FAMILIAS VULNERABLES:
Los hogares con renta inferior a 25.200 euros al año (tres veces el IPREM) que dediquen más del 50% de su renta mensual al pago de la hipoteca, pero no cumplan el criterio actual del incremento de un 50% del esfuerzo hipotecario, pueden acogerse al Código con una carencia de 2 años, un tipo de interés menor durante la carencia y un alargamiento del plazo de hasta 7 años.
Los deudores vulnerables tendrán la posibilidad de reestructurar el préstamo hipotecario con un tipo de interés más bajo durante la carencia del principal de 5 años (Euribor – 0,1% frente al Euribor + 0,25% actual).
Además, se amplía a 2 años el plazo para solicitar la dación en pago de la vivienda y la posibilidad de una segunda reestructuración del préstamo.
2. FAMILIAS EN RIESGO DE VULNERABILIDAD:
Para los hogares con renta inferior a tres veces y media el IPREM (29.400 euros anuales) con hipotecas suscritas hasta el 31 de diciembre de 2022, una carga hipotecaria superior al 30% de su renta y que haya subido al menos el 20%, esto es, deudores de clase media en riesgo de vulnerabilidad por el incremento de la cuota hipotecaria, disponen de la posibilidad de congelar la cuota durante 12 meses, de un tipo de interés menor sobre el principal aplazado y, un alargamiento del plazo del préstamo de hasta 7 años.
Además de lo anterior, se reducen los gastos y comisiones para facilitar el cambio de tipo variable a tipo fijo y se eliminarán, durante todo 2023, las comisiones por amortización anticipada y cambio de hipoteca de tipo variable a fijo.
Los dos Códigos de Buenas Prácticas no son obligatorios para las entidades, pero, una vez se adhieran a ellos serán de obligado cumplimiento.
El objetivo es que el conjunto de medidas adoptado esté disponible a partir del 1 de enero de 2023.